El duelo es un proceso natural en el ser humano y es necesario surcarlo en determinadas circunstancias. Por desgracia, muchas veces no se hace una gestión efectiva del mismo, encerrándolo en un armarito o dándole vueltas como en una lavadora sin conseguir avanzar ni sacar nada constructivo del proceso.
Directamente hay momentos en nuestra vida que las responsabilidades, las agendas llenas, la situación de incertidumbre general nos supera generando muchisimo estrés y haciendo que entremos en un bucle que simplemente nos supera.